lunes, 21 de noviembre de 2011

La hora del Cuento: ALABAZAN

Este próximo jueves día 24 de noviembre toca nueva sesión de la HORA DEL CUENTO. En este caso, contaremos con la presencia de Begoña Gómez y Joaquín Ponte, miembros del colectivo cuentacuentos ALABAZAN, que nos ofrecerán su contada "Sagutxoen stories"

La sesión tendrá lugar en la biblioteca infantil de Gobela, y está pensada para los más peques de la familia (que pueden estar acompañados de sus mayores). Sus historias versan sobre esos pequeños animales que son capaces de correr, sentir, jugar y pasar aventuras como ellos. A través de los ratones nos enfrentaremos al mundo del misterio, al peligro, a la fantasía, al amor.

Pensada para entretener, disfrutar y fantasear.

Se trata de una sesión bilingüe, en euskera y en inglés, pero que nadie se asuste, ya que, gracias a la expresividad con que Bego y Joaquín cuentan sus historias, con muy poquito conocimiento de ambos idiomas se puede disfrutar mucho de la sesión.

Tu cita: Biblioteca Infantil de Gobela
C/ Luis López Osés, s/n
Areeta-Getxo
(metro Gobela)

Día: 24 de noviembre

Hora: 18:00 h.

lunes, 14 de noviembre de 2011

11 de noviembre: CUENTOS NEGROS Y GRISES

La sesión de cuentos grises y negros no pudo elegir mejor fecha para celebrarse: el 11 del 11 de 2011, inmejorable reclamo para creencias, supersticiones, fantasías o ilusiones, aliados incondicionales del relato. Para reforzar la simbología, la coincidencia se anunciaba última, porque el 12 del 12 de 2012 será miércoles. Así que público y contadores (11, para reforzar a ún más la casualidad) se reunieron con la esperanza de participar en un cuentacuentos verdaderamente especial. Y nadie salió defraudado.

Como el número era tan protagonista como el color, la sesión la empezó Carmen con un cuento en el que unos camellos parecían tener el don de multiplicarse, pero la supuesta paradoja de que todos podemos salir ganando en un reparto tenía truco. Las matemáticas son una ciencia exacta y entienden demasiado de números como para engañarlas, pero el relato nos dejó a todos el agradable regusto de lo imposible hecho realidad.

Para continuar, una de las cosas que más gustan en el club de las cuentistas: una nueva contadora, Isabel, que no sólo se estrenaba con nosotros, sino que, en armonía con el guarismo que hacía especial la fecha, era la 1ª vez que contaba. Superados los nervios iniciales, nos dejó la historia de amor, abandono y silencio de la tía Daniela, salvada in extremis por la amistad.

Marcos continuó por la senda de la tristeza con una breve poesía llena de lágrimas, y Anabel M. nos conmovió con la hermosa historia de Helena, soñadora sin par que sucumbe a las garras del Alzheimer. Por suerte, sus sueños no se perderán gracias a su compañero Eduardo.

Laureano se trasladó nada menos que al Siglo de Oro, y allí se topó con el insigne Lope de Vega. De vuelta al Club de los Cuentistas, nos recitó su preciosa poesía “A mis soledades voy, de mis soledades vengo”.

El siguiente contador no fue tal, porque Javi y Anabel nos regalaron a dos voces una magnífica y personal versión actual de clásicos como “El hombre lobo” y “El Doctor Jekyll y Mister Hide”, escrita por el primero y protagonizada por un lobo y un humano con los papeles cambiados. No era la primera vez que lo contaban, pero lo bueno, si se repite, dos veces bueno.

Y con el personal ya entregado y expectante por lo que aún faltaba, Carlos decidió dejarnos extasiados, sin condiciones ni resquicio para la duda. Salió, templó, nos ató con lazos del mejor cuento, y nos brindó la historia de un viejo que buscaba la muerte hastiado de tener sólo malos recuerdos. El nuestro, imborrable.

Rafa, valor seguro, recurrió al maestro Hitchcock para su inicio de temporada, y oscureció la contada con el relato de una broma macabra que termina de la peor manera posible.

¿Se podrá seguir manteniendo el listón tan alto hasta el final?, era la pregunta que flotaba en el ambiente. Ernesto, perspicaz, decidió dar cumplida respuesta. Le bastó su magia y un solo calcetín negro. Eso sí, no un calcetín cualquiera, sino uno con inquietudes, con ganas de ver mundo y vivir nuevas experiencias, más allá de los pies de Plinio el cartero. Y lo consiguió.

Como también lo consiguió Román con un ramillete de sueños de la infancia, donde la búsqueda de un hermano le llevará a recorrer lugares misteriosos en los que descubrirá la verdadera naturaleza de los logaritmos neperianos y del número pi.

Y así, quiso el destino que con un número se cerrara el círculo de una memorable sesión del Club de los Cuentistas que había empezado también con números el día en que una fecha era algo más que números.

Crónica de hoy escrita por Rober

Fotos y montaje fotográfico a cargo de Txema G.