Como cada segundo viernes del mes, se reunió el Club de los
Cuentistas, haciendo hincapié en que en junio la cita será el primer viernes,
para permitir que nuestros contadores -y
todo el que se anime- acudan al maratón de cuentos de Guadalajara que tendrá
lugar la siguiente semana. Antes de entrar en materia, PEPE nos presentó el
libro “Magdalenas con problemas”, una historia en torno al acoso (“bullying”) en
las escuelas.
Y sin más preámbulos, RAFA contó un relato propio sobre un
científico que se toma un whiskazo cuando no debe, hace caso a su mujer también
cuando no debe y a resultas de todo
eso…desaparece.
MARCOS recitó un texto de León Felipe, en el que un poeta renuncia
a todo para seguir pensando en la mujer que ama, y de paso escribir un magnífico
poema (abajo tenéis el video de este poema)
FÉLIX demostró con hechos,
y no sólo con palabras, que el número trece encierra un no sé qué que no parece
fruto de la casualidad. Y hoy había ¡trece
contadores!
ANABEL R. noz contó un cuendo de un lobo derrible pedo con un
poblema a la hoda de hablad que dificuldaba la padte máz aderradora a zuz
indendoz de caza, pod lo que finalmente ze hace degetadiano, que ez muy
zano.
LAUREANO declamó un poema subido de tono sobre frailes superdotados
a la hora de infringir el sexto mandamiento, que incluso compiten entre sí:
Carmelitas 11 – Jerónimos 13 (seguidos). Ahí queda
eso.
ELENA dramatizó la lectura de un cuento sobre la familia Varela,
todos con el don de poseer dos corazones, y por ello capaces de amar y odiar
simultáneamente como si estos fueran compartimentos
estancos.
MIGUEL trajo a colación los cuernos (de Aries, Tauro y tantos
otros) explicando que ahora se viven con menos dramatismo que hace años, salvo
si eres hipocondriaco y temes que no crezcan por falta de
calcio…
MIREN rememoró su sexto cumpleaños, con viaje por un bosque oscuro
hacia una tarta magnífica, en el que hizo amigos contra pronóstico y, por si
fuera poco, acabó volando en la escoba de su abuela.
ANABEL M. nos contó la historia de Luis, un hombre casado con una
mujer tan ridículamente perfecta, que en cuanto sus ojos vieron a alguien menos
“10”, sin más, se marchó a vivir con ella.
ISABEL nos presentó a un ladrón con dientes de oro, que se dedica a
robar tiempo a punta de navaja, haciendo inhabitables las vidas de sus
víctimas.
ERNESTO se metió en la piel de Hassán, un hombre sin mucho dinero,
pero al que el Rey es incapaz de quitarle la alegría con la que cada noche
organiza fiestas memorables.
Y de postre, ROMÁN nos habló de la vida en un pueblo absolutamente
de cuento, por el que una mujer va dejando hilos de la bufanda que se ha
esforzado en tejer.
Después de más de 100 minutos de cuentos, hubo que pedir a FÉLIX
que dejara su siguiente relato para el próximo día, porque 7 de junio habrá
nueva sesión, centrada en cuentos “de menos de un minuto”. Sí, sí: el primer viernes de
junio.
La crónica de hoy la ha escrito Aurelio
El video, las fotos y el montaje fotográfico son obra de Txema G.