Una hora y media larga duró la primera sesión del Club de los Cuentistas,
que el viernes 19 estrenaba propuesta: historias que giraran en torno a un signo
zodiacal -Libra- y sus múltiples sugerencias.
MIREN JULE comenzó con el relato de dos mujeres que están seguras de reconocerse, hasta que una le dice a su propio reflejo nada menos que "No eres tú".
MIREN JULE comenzó con el relato de dos mujeres que están seguras de reconocerse, hasta que una le dice a su propio reflejo nada menos que "No eres tú".
LAUREANO recitó con contundencia la historia de un hombre cuyo corazón es
un castillo cerrado pero que encuentra la paz tras abrir la puerta blanca de una
de sus estancias.
RAFA -que es libra y se siente libra, aunque no cree en ello- dejó
inconcluso un cuento propio, "Mi otro yo", quizás para que lo termine su
inquietante protagonista.
ANABEL R. optó por otro signo zodiacal, Cáncer, y nos acercó a una mujer a
la que nadie comprende -"pero ya me entenderán"- empeñada en vivir al máximo al
saber que sus días podían ser escasos.
MARCOS sacó a relucir su faceta de rapsoda con unos versos inequívocamente
románticos de García Lorca y Chavela Vargas.
MIGUEL comenzó con la historia de un "error" -una mujer en un cuerpo de
oveja- para acabar confesándonos que esperaba ilusionado una criatura concebida
con tan lanuda hembra.
JAVI R. deja las clases de música y se apunta urgentemente a Yoga tras
compartir academia y unos ensayos dantescos -sin llegar a las manos- con un
hombre empeñado en tocar "Para Luisa", que seguramente es sorda para no tener
que escucharle. Abajo tenéis el video del cuento completo de Javi.
CARMEN destacó una virtud de los libra: la organización, mostrando lo
difícil que puede llegar a ser en una isla con dos hombres y una mujer, que
encima va y se muere...
MIREN relató cómo el beso que una mujer florentina envía a su marido con un
mensajero cambió su mundo, en unos tiempos en que se discutía si la tierra era
redonda o cuadrada.
ANABEL M., siempre del signo de sumar -y no del de restar- nos hizo ver
cómo la añoranza de un hombre por su tierra llenó de magia todo lo que le
rodeaba.
FÉLIX, que llegó tarde aunque hizo todo lo posible por asistir, imploró con
humor para que nos LIBRAramos de políticos y mangantes varios, que buena falta
nos hace.
De postre, ROMÁN nos regaló uno de esos cuentos de los que se enamora
aunque tengan algo triste, dando fin a una sesión tan hilarante, melancólica y
al mismo tiempo llena de vitalidad, que el próximo 9 de noviembre nadie querrá
perderse la contada dedicada al signo Escorpio, digan lo que digan el hombre del
tiempo y adivinos varios.
La crónica de hoy la ha escrito Aurelio
Las fotos, el montaje fotográfico y el video es obra de Txema G.