lunes, 11 de octubre de 2010

8 DE OCUBRE: CUENTOS NARANJAS



La sesión empezó un poco accidentadamente, ya que, por "problemas técnicos", la gente no pudo entrar a la sala hasta las 19:10 o 19:15... pero mereció la pena la espera. Mil disculpas.........



  • Empezó Miguel, ofreciéndonos una historia "casi real" que él mismo vivió en el "Gran Bazar de Estambul", y nos sorprendió a todos-as con el audiovisual que nos puso al final, donde, a lomos de su alfombra voladora, recorrimos preciosos paisajes turcos... Un buen golpe, sí señor

  • Laureano nos ofreció, con su prodigiosa memoria habitual, "Malpocado", de Valle-Inclán. Este relato está publicado en su libro Jardín umbrío, que teneis en la biblioteca de San Nicolás

  • Luego salió Anabel R., quien, recordando sus vacaciones en Venezuela, contó una historia de corte clásico sobre el origen de los Makunaima o pemones, indígenas de la Gran Sabana, en Venezuela. Hay varias versiones de este cuento en Internet

  • Marcos contó en 4º lugar, pero no anotó en el cuaderno el título de su cuento...

  • Después llegó Txefe, quien nos ofreció una historia propia, que tituló "Los geranios de la señora de bata azul y rulos en el pelo", con su corrosivo y característico humor

  • A Carmen le gusta hacernos viajar entre el "Cielo y el Infierno", de manera que uno no sabe dónde conviene acabar...

  • Félix, vestido como siempre del color del día (detalle que agradecemos), nos regaló una historia sorprendente y con ayuda visual, titulada "Por un zumo de naranja"

  • A continuación salió Javi R., con su habitual papel en las manos (él, ya sabéis: medio lee, medio cuenta), con lo que empezó pareciendo una historia de amor, y terminó... con una buena sorpresa final

  • Rafa nos sorprendió con una historia de ciencia ficción escrita por él mismo (no es habitual que cuente cuentos propios): "Estrella lejana"

  • Román nos conmovió, como siempre, con una historia sobre "El agua de la vida", que nos hizo reflexionar sobre la importancia de las pequeñas cosas cotidianas que tenemos tan cerca...

  • Y, para terminar, Anabel M. se atrevió con un atrevido cuento-sueño, "El monstruo y la princesa", que puso de manifiesto su capacidad infinita para soñar y contar... sin vergüenza
¡Una sesión redonda, medio-dulce, medio-ácida, como las naranjas de otoño!

3 comentarios:

  1. Cada vez me encanta mäs como cuenta Román, con esa actitud que engendra un tono que parece decir: " pasaba por aquí y me quedo a deciros que...", así como al desgaire.
    El resultado para mí es delicioso. Lo contado fluye con la misma naturalidad del río, su estilo permea mis oídos con una sensación refrescante.

    Chefe

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  2. Totalmente de acuerdo, Chefe. Es su mayor virtud: parece que no voy a contar casi nada, el cuento fluye como si tal cosa... y acaba metiéndonos una sacudida que nos deja tiesos.
    Anabel R.

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  3. La verdad, lo disfruté mucho el otro día. Parece que esta nueva temporada empieza con fuerza.
    Gracias!

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